Hace solo unas semanas que compraste tu primera réflex digital y ya has sido invadido por las dudas. Te habías ilusionado con empezar a hacer inmediatamente fotos espectaculares con lo que te parecía una gran cámara.
Pero claro, si compraste un modelo básico, un kit compuesto de cuerpo y quizás un solo objetivo, por ejemplo un 18-55, ¡ya han llegado!
¿Quiénes? Pues los de siempre, el amigo, el compañero de trabajo, el primo o el cuñado que, un poco listillo él, te dice que con esa cámara y sobre todo con ese objetivo…, “no llegarás muy lejos” en el mundo de la fotografía.
¡Vaya! Parece que no vas a hacer buenas fotos hasta que regales ese “cacharro” de principiante que te acabas de comprar y compres una cámara de verdad o por lo menos, un objetivo decente.
Es cierto que equipo avanzado en manos de un fotógrafo experto, puede dar lugar a grandes resultados. Pero que no te engañen, como en muchas otras cosas, esa no es la clave de la buena fotografía.
Haz algo mejor que eso, no te obsesiones con el equipo, céntrate en aprender fotografía, cómprate mejor un buen libro o encuentra buenas fuentes para aprender usando algo que probablemente ya conoces bien, “Google”.
Y te voy a dar un buen consejo para empezar. Aprende a usar bien el equipo que tienes, con él podrás hacer grandes fotografías. Por ejemplo, usa tu objetivo en su “punto dulce”.
¿Qué es el punto dulce de un objetivo?
Por muy bueno o caro que pudiera ser tu objetivo, siempre tendrá límites, puntos en los que su rendimiento baja sustancialmente. Y también un punto en el que da su máximo rendimiento. Quizás hasta podrías encontrar en Internet algún análisis técnico profundo que te revele cuál es el “punto dulce” de tu objetivo. Pero tampoco es necesario que llegues tan lejos para hacer un buen uso del mismo.
Evita los extremos
Para aprovechar lo mejor de tu objetivo bastará con que evites los extremos. ¿Los extremos de qué? De apertura, de la superficie de las lentes y de longitud focal si se trata de un objetivo zoom. Es en esos extremos donde seguro que decae la calidad de tu objetivo, donde empezarán a producirse defectos en la imagen producidos por cosas como la aberración cromática, distorsiones, viñeteos y el efecto de la difracción.
Tomemos como un ejemplo un típico objetivo de kit, un 18-55 mm con un diafragma máximo que, dependiendo de la longitud focal utilizada, está entre f/3.5 y f/5.6 y un diafragma mínimo que está entre f/22 y f/36. Una “regla” no escrita es que lo recomendable es alejarse por lo menos dos pasos de diafragma de los extremos.
Por ejemplo, en lugar de poner un f/3.5, poner un f/7.1 como máximo o en lugar de poner un f/22, poner un f/11 como mínimo. Si lees mucho sobre fotografía, encontrarás que, en lo que tiene que ver con el diafragma, históricamente se ha afirmado que pongas un f/8 y salgas a la calle a hacer fotos. Esa suele ser considerado una buena apertura de diafragma para extraer la mayor calidad a tu óptica.
Ten en cuenta además que una longitud focal a medio camino entre 18 y 55 sería la ideal y que los bordes de las lentes de tu objetivo muy probablemente produzcan problemas de calidad en las imágenes que tomes y ¡YA ACABAS DE APRENDER TUS PRIMERAS REGLAS QUE SALTARTE!
¿Cómo? Sí has oído bien. Algo que también leerás con frecuencias es que, en fotografía, no existen reglas. Que debes aprenderlas solo para saber lo que haces cuando decidas saltártelas. Y es cierto, puesto que quizás debas hacer ajustes diferentes en tu objetivo por las condiciones de luz y otras razones. Pero también, porque quieras hacer un uso creativo de tu objetivo, aprovechando sus características y hasta sus defectos en tus fotos.
Para terminar algunos breves consejos que te serán muy útiles. Lee a fondo el manual de tu cámara, hazte preguntas y busca la respuesta, ya sabes…, con “Google”. Bueno…, también vuelve por camara.pro donde esperamos ir aumentando el contenido para que puedas encontrar consejos útiles explicados de una forma sencilla.
Y no te dejes llevar por ese “cuñado” que tiene tan claro que tienes que mejorar tu equipo fotográfico, pero que sería incapaz de distinguir una foto hecha con un objetivo u otro. En realidad, el momento óptimo para mejorarlo o ampliarlo, debería ser cuando sepas suficiente de fotografía como para sentir claramente que echas de menos una función determinada en tu cámara o una capacidad en tu objetivo. Aprende también como hacer correctamente el revelado digital de tus fotografías para extraer todo su potencial.
Y sí, ¡puedes hacer buenas fotos con una cámara de principiante! PUNTO.
Como ejemplo de esto, ahí van dos fotografías hechas en 2006 con una Nikon D70 prestada.