Hoy estoy enfadado con el «Bokéh». Estoy cansado de oír a los usuarios hablar de objetivos para retrato que son geniales por el efecto «Bokéh» que generan. No me parece para nada útil que la clave de un objetivo sea el efecto «Bokéh» que pueden generar. Creo que se pierde la idea clave de la fotografía. Si hablamos de un retrato, el retrato será lo principal, no el desenfoque del fondo.
El «Bokéh»
Si estás en Cámara.PRO es porque probablemente sabes perfectamente lo que es el «Bokéh». Y en realidad lo sabes seguro. Todo el mundo lo sabe, incluso aunque no sepa reconocerlo. Habrás visto fotografías en las que el sujeto principal aparece perfectamente enfocado y el fondo aparece completamente desenfocado. Esto será todavía más notable si hay luces, como las luces de un coche, de un semáforo, o farolas, puesto que el desenfoque hará que se vean más grandes y difuminadas. Todos los elementos del fondo pierden nitidez. Eso es el «Bokéh». Y damos por sentado que en un retrato, el «Bokéh» es algo bueno. La cara de la persona a la que estamos retratando se ve a la perfección y el fondo se ve desenfocado, por lo que el sujeto cobra importancia. Hasta ahí, todo comprendido, todo perfecto, y todos estamos de acuerdo. Pero estoy enfadado con el «Bokéh» porque nos ha hecho perder de vista el objetivo principal.
El «retrato»
He oído y leído en múltiples ocasiones que determinados objetivos para retratos son de una alta calidad por el «Bokéh» que generan. Es una afirmación que simplemente me cuesta aceptar. Me cuesta aceptar por lo que es el concepto. Incluso se han lanzado smartphones que son capaces de capturar una foto dos veces, con dos sensores, para desenfocar el fondo en un postproceso automático y conseguir ese efecto que parece gustar tanto en los retratos. No digo que no sea un gran efecto, y que no haya que obtenerlo en las fotos. Solo digo que una buena fotografía de retrato no es aquella que tiene el mejor «Bokéh», sino aquella en la que el retrato es lo mejor posible, sin importar el fondo. El fondo es un elemento más en la composición de nuestra fotografía, pero no es el elemento principal. Es más, a veces la búsqueda de un «Bokéh» extremo podría llevarnos a perder nitidez en nuestro sujeto principal. Una gran apertura, que nos haga perder profundidad de campo, nos ayudará a conseguir un gran «Bokéh», y también a generar desenfoques que podrían hacernos incluso desenfocar a la persona que tenemos delante.
Cuando dispares una foto a una persona, no pienses tanto en el fondo, como en la propia persona. Ten en cuenta que es tu verdadero protagonista. Primero céntrate en él. Y después, si puedes, crea la mejor composición posible, incluyendo, por qué no, un fondo desenfocado. Pero no te olvides de cuál es el objetivo principal que tienes en mente.