A menudo las condiciones en las que queremos tomar fotografías no son las idóneas. Todo fotógrafo que se precie es consciente de que en ocasiones dependerá de la luz artificial para poder tener éxito, y eso muchas veces significa usar un flash. Es uno de los medios de iluminación artificial más utilizados en la fotografía y por supuesto no podía faltar en el iPhone 7.
El flash y la temperatura de color
Al principio los teléfonos móviles no disponían de flash. Más tarde, cuando lo incorporaron, se demostró que su utilización daba como resultado imágenes poco naturales. Tratando de mejorar en este campo los fabricantes buscaron el modo de poder manipular la temperatura de color de la luz del flash.

Dicho de manera sencilla, buscaron la forma de modular el «tono» de la luz que emite el flash. Todos percibimos que la luz de una puesta de sol es muy diferente a la que encontramos en un estadio de futbol iluminado por focos de noche. Decimos que esas dos luces tienen distintas temperaturas de color (se miden en Kelvin). Podríamos discutir mucho sobre el significado y alcance de estos conceptos, pero como me declaro incapaz de mejorar a nuestro fotógrafo de cabecera Paco Jiménez, os recomiendo que os paséis por nuestro canal de YouTube y disfrutéis del curso Lightroom A Fondo, donde se analiza en detalle, aquí os dejo el enlace al primero de los capítulos específicos.

Así, recopilando, si somos capaces de medir adecuadamente la luz de una escena e iluminar el sujeto que fotografiamos con el «tono» adecuado, lograremos que los colores luzcan más naturales. Por contra, si no tenemos esto en cuenta, podemos estropear la fotografía, por ejemplo, anaranjando en exceso unos rostros o al contrario haciendo que la piel parezca azul.
Apple ha implementado en sus teléfonos un sistema que consigue precisamente esto y lo ha llamado True Tone Flash («Flash de tono auténtico»).
iPhone 7: True Tone Flash
Este tipo de flash no es una novedad en los móviles de Apple. El primer terminal en incorporar esta tecnología fue el iPhone 5s allá por 2015. En esa ocasión incorporaba dos LED (para ser más precisos desde el punto de vista industrial: una matriz LED bicolor 2×1). El teléfono utilizaba un algoritmo que recogía información a través de la cámara y gracias a ella determinaba las condiciones de luz de la escena, calculando a continuación la temperatura de color ideal que debía emitir el flash. Dicha temperatura se obtenía con la debida combinación de la proporción adecuada de luz de color blanco y luz de color ámbar que aportaba el LED bicolor. Por aquel entonces Apple hablaba de que eran capaces de producir hasta 1.000 combinaciones únicas de color y por tanto 1.000 iluminaciones cada una con un matiz diferente.

En esta ocasión, la tecnología del iPhone 7 va un paso más allá. Incorpora 4 LED inteligentes que son capaces de proporcionar un 50% más de luz que su predecesor el iPhone 6s. Por otra parte el rendimiento en el apartado cromático es muy superior; si ya impresionaban las 1.000 combinaciones únicas del iPhone 5s, las posibilidades con 4 fuentes de distinto color se amplían todavía mucho más, y será muy interesante conocer las primeras pruebas reales para analizar su comportamiento.
Quién tiene una pantalla tiene un Retina Flash
Pero no es el único flash que podemos encontrar en el iPhone 7… No des vueltas al teléfono buscando, probablemente lo tienes delante y no lo sabes. Y es que, no nos engañemos, en el caso de una grandísima parte de la población la cámara más usada de un smartphone es la delantera. Reconozcámoslo, el selfie campa a sus anchas. Por eso Apple ha mejorado la cámara frontal, hasta situar su sensor en los 7MP y dotarla de un flash: ¡la pantalla! Esta innovación, ya presente en el iPhone 6s, es posible gracias al control que ejerce el software del dispositivo sobre la iluminación de la pantalla, a la que utiliza como fuente de luz con razonables resultados, mejorando la calidad final de nuestros amados autorretratos.

Por supuesto, ninguno de los dos sistemas es el flash definitivo, ni podrían rivalizar con un equipo fotográfico profesional. Pero hay algo que dejan claro: en Cupertino la fotografía importa y consideran que todo avance es poco para poder llevar un poco más allá ese arte que tantos de nosotros amamos.
Si te ha gustado este artículo no te pierdas el resto de la serie.
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