Es una reflexión importante que todos los que nos dedicamos a la fotografía deberíamos plantearnos. Y no solo una vez, sino múltiples veces, principalmente cuando creamos que debemos comprar un mejor equipo. Eso no significa que un mejor equipo no nos facilite la vida, o nos dé la opción de generar fotos que de otra forma no conseguiríamos. Pero es una realidad que los grandes fotógrafos de la historia, los que todavía hoy son referencias para nosotros, tenían peor cámara que nosotros.
¿Qué cámara tienes?
Quizás oigas a esos usuarios que afirman que han pasado de Nikon a Sony (ejemplo). Han vendido todo su equipo de Nikon, y se han comprado una Sony A7 III y una Sony A7 S II, y toda una serie de objetivos. Y tú tienes una Nikon D3000 con el objetivo de kit. Desde luego, si es tu caso, puede que te sientas desdichado, puede que sientas que con esa cámara puedes hacer poco. Pero la realidad es muy diferente.
Piensa en cualquier nombre protagonista del mundo de la fotografía del último siglo. Todos ellos son referencias. Pero lo cierto es que contaban con una cámara peor que tu Nikon D3000.
No necesitas una cámara mejor
Desde luego, para determinadas fotografías necesitarás un equipo en concreto. Si quieres fotografiar macro, necesitas un objetivo especial. Si quieres fotografiar arquitectura, un objetivo descentraba. Si quieres desenfocar el fondo, quizás un objetivo de gran apertura con un bonito bokeh. Ok. Pero casi nunca necesitas algo más a lo que ya tienes para conseguir buenas fotografías. En realidad, ya puedes conseguir buenas fotografías con lo que tienes. Y eso incluye incluso tu smartphone. La cuestión está en si sabes cómo mejorar con lo que ya tienes para ser un mejor fotógrafo.
Es más, puedes conseguir buenas fotografías de flores, buenas fotografías de arquitectura y buenos retratos con bokeh utilizando el equipo que ya tienes. Seguro.
Los fotógrafos que hace 20, 30, 50, o 100 años, establecieron los estándares de la fotografía son aquellos que contaban con equipos mucho peores que los que tenemos ahora mismo. Ellos no podían ni soñar con los equipos que ahora tenemos.
Y tú tampoco deberías soñar con aquellos equipos que ahora mismo no tienes. Sino más bien pensar en qué puedes hacer con el equipo que ya tienes, y en cómo puedes mejorar para que tus fotos sean cada vez mejores.
