Ayer, medios de todo el mundo se hacían eco de la noticia: Sharbat Gula, más conocida como la niña afgana, había sido detenida en Pakistán acusada de usar documentación falsa. Con apenas 12 años, Steve McCurry convirtió el rostro de Sharbat Gula en la que puede que sea la portada más icónica de la revista National Geographic hasta la fecha.

Sharbat Gula, la niña afgana, portada de National Geographic en junio de 1985. © Steve McCurry
Sharbat Gula, la niña afgana, portada de National Geographic en junio de 1985. © Steve McCurry

Su rostro fue más que la cara de una niña refugiada. Puso de relieve la difícil situación a la que se enfrentaban aquellos que se vieron obligados a huir de Afganistán, un país desgarrado por los conflictos, en busca de un futuro mejor. Por cierto, una portada de 1985 que, más de treinta años después, bien podría servir para definir la situación actual.

Pero hoy retomamos esta noticia porque a las pocas horas de conocerse en el día de ayer, el fotógrafo Steve McCurry publicó a través de las redes sociales que se comprometía a ayudar a Gula y su familia proveyendo ayuda legal y apoyo económico.

 

En 2002 Steve McCurry localizó a la niña afgana y le  proporcionó ayuda económica

Lo cierto es que esta no es la primera vez que McCurry se interesa por el bienestar de quien probablemente, dicho sea de paso, lo convirtió en uno de los fotógrafos más famosos del mundo. En 2002, logró dar con Gula en una remota aldea afgana y le proporcionó ayuda económica para cubrir sus gastos médicos y cumplir su sueño de realizar un viaje de peregrinación a la Meca.

Ahora en Pakistán, Gula se enfrenta a una pena de hasta 14 años de cárcel por la acusación de portar una tarjeta de identificación falsa de Pakistán. Por su parte, McCurry se ha comprometido a hacer todo lo que esté en su mano por ayudarla. “Me opongo a esta acción de las autoridades en los términos más enérgicos posibles” -escribía en su cuenta de Instagram. “Ella ha sufrido a lo largo de toda su vida, y su detención es una violación flagrante de sus derechos humanos”.

Two hours ago, I got word from a friend in Peshawar, Pakistan, that Sharbat Gula has been arrested. We are doing everything we can to get the facts by contacting our colleagues and friends in the area. I am committed to doing anything and everything possible to provide legal and financial support for her and her family. I object to this action by the authorities in the strongest possible terms. She has suffered throughout her entire life, and her arrest is an egregious violation of her human rights. – Steve McCurry

Una foto publicada por Steve McCurry (@stevemccurryofficial) el

«INSTAMOS A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL A HABLAR EN SU NOMBRE»

Hace apenas unas horas actualizaba de nuevo su perfil con una publicación en la que destacaba a esta valiente mujer, una viuda que se ha esforzado por sacar adelante a sus cuatro hijos sola. Además informaba que un prominente abogado de derechos humanos llevaría su caso e instaba a la comunidad internacional a hablar en nombre de Gula y de los millones de personas que «simplemente necesitan un lugar para vivir sin temor».

Sharbat Gula has been the symbol of refugees for decades. Now she has become the face of unwanted migrants. As a widow, she has endeavored to raise her four children alone. She represents all brave women and men who will endure any pain and hardship to protect the most precious thing they have – their children. In the past few hours, we have made contact with a prominent human rights attorney in Pakistan, who will take her case. We urge the international community to speak out on her behalf and for the millions of others who simply need a place to live without fear.

Una foto publicada por Steve McCurry (@stevemccurryofficial) el

Con el país de Afganistán en guerra, muchos son los que buscan refugio en Pakistán; sin embargo el país ha puesto en práctica una política agresiva con planes de repatriar a más de 3 millones de afganos que viven como refugiados.

Habrá que esperar para ver cómo se resuelve esta historia. Pero la realidad es que tristemente el rostro de Sharbat Gula vuelve a ser portada. Una indeseable portada que ocupa, no solo su rostro, sino el de millones de personas que sufren cada día por salir adelante.