El Tribunal Supremo Administrativo de Suecia ha dictaminado que es ilegal volar drones con cámaras en lugares públicos. El máximo tribunal del país nórdico estableció el pasado viernes 21 de octubre que las cámaras montada en drones requieren de un permiso especial en conformidad con las leyes que afectan a las cámaras de vigilancia.
Asimismo la corte decidió que las cámaras de salpicadero (dashcam) o las cámaras que se pueden montar en una bicicleta no requieren este tipo de permiso, pues no se pueden considerar cámaras de vigilancia, ya que son operadas en las inmediaciones del propietario.
Por tanto, si deseas utilizar un drone con cámara en un lugar público en el país sueco, tendrás que pagar una considerable tarifa para solicitar el permiso. La Administración competente entonces decidirá si el uso de la “cámara de vigilancia” proporciona un beneficio legítimo que compense la posible violación de la privacidad pública. Si no lo hace, se denegará la solicitud.
Es decir, que los fotógrafos aéreos ahora tendrán que realizar el mismo trámite que haría alguien que desee configurar una cámara de vigilancia en un lugar público.
Como era de esperar, la decisión ha caído como un jarro de agua fría y ha sentado muy mal en el sector. Los fotógrafos de drones han comenzado a quejarse a través de las redes sociales. “La gente que trabaja con drones… no tendrá ningún trabajo el lunes” -escribía una persona en el foro de DJI. Y como podemos imaginar, tampoco debe haber sentado muy bien a los fabricantes, puesto que si la legislación se endurece es fácil que se produzca una considerable merma en las ventas de estos dispositivos en Suecia.
En el país nórdico se vendieron más de 20.000 drones en 2014 y existen más de 1000 permisos emitidos por el gobierno para el uso de drones con cámara con fines comerciales. Pero ahora, Suecia pone un obstáculo más a todos aquellos que deseen echar a volar sus cámaras al cielo para captar fotografías o vídeo.